Parte de la conectividad y de la expansión de nuestros límites depende del poder de almacenamiento y procesamiento de softwares. Todos los que buscan tener acceso a su mundo virtual han tenido contacto con el Cloud Computing; esta tecnología ha sido clave para muchas empresas, tanto grandes como pequeñas.
Actualmente, el Cloud Computing es una de las tecnologías más ampliamente implementadas y sus beneficios son indudables. Con el Cloud Computing potenciamos nuestros procesos y disfrutamos de información en todos los formatos en un par de clics. Para la empresa supone la oportunidad de disfrutar de herramientas clave para sacar adelante su proyecto con las mismas oportunidades que el resto, siendo, incluso, más barato que antes.
El Cloud Computing no es más que la tecnología asociada al almacenamiento, procesamiento y acceso remoto de información y softwares usando el Internet. La clave para entender los beneficios de la computación en la nube reside en su capacidad de ofrecernos acceso a aplicaciones que, anteriormente, tendríamos que haber instalado en nuestro computador.
Un ejemplo sencillo de las aplicaciones de Cloud Computing es el streaming de vídeo como lo ofrece YouTube, Netflix y Amazon, o sistemas de almacenamiento de información como Google Drive. Toda la información que obtenemos de esos sitios no está en nuestro computador, más bien, tenemos acceso a ella gracias que nos conectamos a través de Internet.
Se debe diferenciar el Cloud Computing de otros sistemas de almacenamiento. Por ejemplo, si visitas una página Web, probablemente esta tenga contratado un servicio de hosting en servidores dedicados (físicos, es decir, que cuentan con un hardware y un sistema operativo) y eso no sería un ejemplo de Cloud Computing.
Debido a esto, se le asignan características particulares a esta tecnología y al almacenamiento en la nube.
Uno de los elementos fundamentales para entender el funcionamiento del Cloud Computing es la capa de red. Imagina esta capa como un intermediario que se encarga de hacer la conexión entre el usuario (laptop, móvil, etc.) y la nube (data center), gracias a esta conexión existe el intercambio de datos. Esta red se apoya en cuatro procesos fundamentales: direccionamiento a los dispositivos del cliente o usuario final, encapsulamiento, enrutamiento y desencapsulamiento.
Este data center, mejor conocido como nube, además de las características mencionadas anteriormente, funciona bajo un concepto conocido como virtualización. Es decir, cada empresa o persona que ha comprado un espacio en la nube no tiene un hardware fijo asignado, sino que se le asigna una máquina virtual que es instalada sobre otro sistema operativo. Siendo así, se pueden instalar muchas máquinas virtuales, con sistemas distintos y que solo consuman los recursos que necesitan del total de la potencia de la máquina física.
Es la virtualización una parte importante de la tecnología porque es la que le permite compartir los recursos entre varios y que se pague solo lo consumido.
De acuerdo con el nivel del usuario, se pueden reconocer tres usos comunes para el Cloud Computing.
Software como servicio
También conocido como SaaS, esta aplicación busca simplificar el acceso como usuario a un software determinado. Para tener acceso a la información puedes usar un navegador o un programa. Si bien puedes instalar el programa, no significa que los datos se almacenan en tu dispositivo, más bien la aplicación es como un acceso directo que mejora la experiencia.
Este es el tipo de modelo que más consume recursos en la nube.
Plataforma como Servicio
Conocido como PaaS busca facilitar la construcción de aplicaciones usando las herramientas de la nube. Así como con el SaaS, el usuario puede acceder desde Internet, la diferencia entre los dos modelos es que, cuando se usa como plataforma, se diseñan aplicaciones, por ejemplo, una página Web.
Infraestructura como servicio
En este caso, conocido como IasS encontramos un uso más avanzado de la nube. En los primeros dos, el usuario disfruta del servicio sin preocuparse por el mantenimiento ni las actualizaciones, pero si usas el Cloud Computing como IaaS, tienes el control sobre el espacio, su actualización y configuración. En esta categoría se incluyen los que proveen el servicio a los dos primeros. Estos usuarios tienen mayor flexibilidad para personalizar soluciones y se recomienda para empresas grandes.
Esta clasificación depende del nivel de acceso a la nube.
Nube privada
Esta nube le suministra servicios a un número limitado de clientes (puede ser un solo cliente). En la mayoría de los casos, se exigen redes privadas cuando los datos alojados son sensibles y quiere mantenerse un mejor control sobre ello. Esto no significa que el almacenamiento y procesamiento de datos en la nube pública sea inseguro. Por lo general, las grandes organizaciones y empresas usan este tipo de nube.
Nube pública
Esta nube le ofrece servicios a todos los usuarios, personas y empresas; estas pueden acceder a la nube simultáneamente sin que suponga un problema de procesamiento de los datos. Por ejemplo, AWS ofrece servicio en la nube pública. En este caso, quien contrata no se preocupa por el servicio técnico, pero debe depositar su confianza en el proveedor. El número de clientes es mucho mayor y entre ellos consumen el recurso, aunque cada cliente tiene su propia máquina virtual.
Nube híbrida
Aquí se incluyen los servicios que cuentan con dos o más infraestructuras con características distintas, es decir, cuenta con una infraestructura privada y una pública y cada una funciona independientemente. La ventaja de este tipo de nube es que puede flexibilizar el uso de recursos dependiendo de la demanda.
Cloud Computing Azure
Azure es el proveedor de servicios de Cloud Computing de Microsoft y ofrece distintas opciones que se ajustan a las necesidades del cliente. Con Azure puedes contratar máquinas virtuales, servicios para aplicaciones, bases de datos, almacenamiento, copias de seguridad, entre otras cosas.
Cloud Computing AWS
Es el proveedor del servicio de Amazon y cuenta con una variedad de opciones como la de Azure. AWS Direct Connect es una de las soluciones que ofrece este proveedor y con ella puedes establecer una conexión entre en entorno local y el proveedor AWS a través de una red exclusiva.
Google Cloud
Google, a través de Google Cloud, ofrece interconectividad dedicada con la que se puede transferir grandes cantidades de datos entre la red local y la del servicio, lo que podría significar mejores costes si lo comparamos con lo que se paga por más ancho de banda en la Internet pública.
IBM Cloud
IBM ofrece una nube pública que cuenta con todos los servicios, como almacenamiento, cómputo y opciones de red, que sirven tanto para todos los tipos de aplicaciones que existen en la actualidad.
Entre las ventajas tenemos:
Entre las desventajas podemos encontrar: