Vivimos en un mundo que marcha a paso veloz hacia la automatización y la conectividad de los equipos que usamos a diario, pero para poder cumplir con esta meta, es necesario contar con la tecnología necesaria. Una de las necesidades primordiales de la automatización de procesos es que las máquinas tengan la capacidad de realizar tareas sin que el ser humano las supervise constantemente y para llegar a eso deben estar dotadas de cierto conocimiento definido como inteligencia artificial.
Aunque suene a película del futuro, la inteligencia artificial es un concepto que se ha introducido en la informática desde hace muchos años y que hoy hay tomada aún más relevancia. Descubramos qué es la inteligencia artificial y cuáles son los beneficios para un futuro más automatizado.
Sin entrar en detalles muy técnicos, la inteligencia artificial es una rama de la tecnología que desarrolla procedimientos y métodos para dotar a máquinas de pensamientos y acciones propias de los humanos. Para lograr este fin, el sistema se alimenta de grandes cantidades de datos que ayudan a la máquina a entender la función que va a desarrollar. Dependiendo del tipo de inteligencia con la que se dote a la máquina, el procedimiento de aprendizaje será más o menos complejo.
En la actualidad, la inteligencia artificial se apoya en Big Data para identificar tendencias y patrones que le permitan predecir la conducta del humano al que van a imitar.
La inteligencia artificial ya está entre nosotros, la vemos en Siri, que cuenta con una programación que la dota de las habilidades para ser una asistente personal. Facebook usa inteligencia artificial cuando nos envía sugerencia de etiquetado al reconocer nuestra cara en imágenes de otros usuarios. Incluso Amazon, en sus recomendaciones de venta cruzada, sugiere productos basado en un sistema de inteligencia artificial.
Entre las ventajas más destacadas de la inteligencia artificial están:
Anteriormente dijimos que la inteligencia artificial se implementa de acuerdo con la función que se vaya a desempeñar. No se programa de la misma forma un asistente virtual que un robot o que un sistema para el reconocimiento facial, de allí que existan distintas técnicas.
Muchas veces conocido como inteligencia artificial débil, esta es una de las técnicas que más se ha desarrollado durante estos años. Con esta técnica se logra que la computadora realice tareas que no han sido programadas explícitamente. Para esto, se provee al sistema de un algoritmo de aprendizaje automático con el cual, la máquina puede decidir qué hacer.
Un ejemplo sencillo de un algoritmo de este tipo son los diagramas de decisiones, los cuales están conformados por nodos de decisiones y nodos de probabilidades. Al aplicarlo, la máquina evalúa las opciones y sigue el camino con más probabilidades de éxito.
Esta técnica es derivada del aprendizaje automático, con la particularidad de que usa redes neuronales artificiales para clasificar cosas. Es muy usado para identificar imágenes, de hecho, el reconocimiento de imágenes de Facebook es un ejemplo de la aplicación de esta técnica.
Esta es una técnica en desarrollo para el campo de la inteligencia empresarial. Con el descubrimiento de datos inteligentes se podrá automatizar todo el ciclo de inteligencia empresarial, permitiendo que los datos sean preparados para ser sometidos a un análisis predictivo y de búsqueda de patrones que permitan identificar una hipótesis.
Con el análisis predictivo se le enseña a la máquina un procedimiento que, dependiendo de las interrogantes y los datos recogidos, pueda ofrecer una respuesta altamente probable. Es decir, la máquina usa variables y genera un modelo que predice las probabilidades de que ocurra un evento. Por ejemplo, basándose en una serie de datos, un sistema puede predecir qué tan probable es que alguien se vea involucrado en un accidente de coche, o qué tan probable es que obtenga una tarjeta de crédito.
Entre los tipos de inteligencias artificiales se diferencian 4 grandes grupos.
Entre las ventajas más destacadas de la inteligencia artificial están:
Como hemos visto, la inteligencia artificial puede tener muchas aplicaciones. Aquí algunas de ellas.
Ante el rápido desarrollo e implementación de la inteligencia artificial en muchos aspectos de nuestras vidas y previendo posibles efectos perjudiciales, en distintas partes del mundo se legisla sobre la regulación de uso y empleo. Por ejemplo, en Europa se propone, entre otras cosas: